1) Arrancar sin pisar el acelerador.
2) La primera marcha solo se debe utilizar para iniciar a moverse y se debe cambiar a segunda tras dos segundos o unos seis metros aproximadamente.
3) Cambio de marchas. En el caso de los vehículos de gasolina el óptimo se encuentra alrededor de las 2.000 revoluciones por minuto (rpm) mientras que en los diésel ronda las 1.500 rpm. Igualmente se debe realizar el cambio ágilmente sin demorarse en exceso, pues parte de la fuerza adquirida en la aceleración se pierde con el rozamiento.
4) Conducir con marchas largas. Se deben utilizar siempre que se puedan a pocas revoluciones con el acelerador a medio pisar.
5) Para decelerar recomiendan dejar rodar el coche con la marcha engranada en ese instante para después frenar suavemente y reducir, en caso de ser necesario, lo más tarde posible.
6) A la hora de circular, si se desea consumir menos gasolina, la velocidad debe ser lo más uniforme posible, evitando acelerones y deceleraciones bruscas.
7) Anticiparse a posibles acciones del resto de conductores, manteniendo la distancia de seguridad.
8) En paradas que duren más de 60 segundos se recomienda apagar el motor.